"Cuando tus deseos se hacen realidad y solo la pasión es capaz de guiarlos"...



jueves, 25 de febrero de 2010

SEDUCCION

SEDUCCION






“Ahora eres lo mas importante para mi,
lo mas importante que he tenido nunca...”



(Edward Cullen)









...con manos temblorosas abrí la carta y lo que leí me dejó intrigada, muy intrigada...
Escrito con una caligrafía impecable se podía leer:
“Pide un deseo...seguro que hay algo que deseas con todo el corazón”
Siempre tuyo...



Me quedé mirando fijamente el papel y leyéndolo varias veces para asegurarme que había entendido lo que ponía y al mismo tiempo, intentaba devanarme los sesos pensando quien podría haber dejado esta nota en mi puerta, sin olvidar el detalle de la rosa negra, mi preferida...
Entré en casa perdida aún en mis pensamientos y me dejé caer en el sillón pensando...¿tengo un admirador secreto?...ay Bella no seas tonta, me recriminé a mi misma, pero, ¿y si fuese cierto, y si alguien estuviese interesado en mi?...me da igual, me dije a mi misma, solo hay una persona que me interesa de verdad y no está aquí así que lo demás me trae sin cuidado...¿pide un deseo?...tener al único hombre que de verdad amo a mi lado, tener a Edward...y en voz alta añadí, -deja de soñar Bella, la lámpara de tus deseos se fundió hace tiempo...
Al día siguiente desperté pensando aún en mi admirador secreto, recordaba vagamente mis sueños, había soñado con mi Ángel, en mis sueños él era mi admirador secreto, me daba la rosa en las manos y nos fundíamos en un apasionado beso, pero claro, solo eran eso..sueños...deseos...
La mañana transcurrió deprisa ya que, al marcharme con Alice la tarde anterior, había dejado mucho trabajo pendiente, estaba metida en mis pensamientos cuando el sonido del teléfono me sobresaltó...
-¿Diga?, contesté distraidamente mientras terminaba de revisar un listado de libros que acababa de recibir...
-Hola hermosa, dijo una suave voz aterciopelada, ¿cómo estás?...
-¿Edward?, pregunté emocionada conociendo de antemano la respuesta...¿eres tú?...añadí mientras mi corazón dejaba de latir momentáneamente...
-Si Bella soy yo, contestó riéndose, ¿ya no reconoces mi voz por teléfono, te has olvidado de ella?, añadió sin dejar de reír...
-Oh Edward, respondí a tiempo de llenar mis pulmones de aire ya que había dejado de respirar, era increíble lo que este hombre podía hacerme sentir solo con una llamada, no quiero ni pensar si alguna vez me tocaba...sí, definitivamente mi admirador secreto no tenía nada que hacer, estaba enamorada de Edward, mi corazón le pertenecía...un carraspeo al otro lado de la línea me sacó de mis pensamientos...disculpa es que estaba revisando un listado de libros nuevos y por eso no reconocí tu voz, ¿cómo estás, qué tal por Nueva York?...
-Bien, respondí desinteresadamente, no quería que me notase ansioso ni que sospechase que ya estaba en Forks y no en Nueva York como ella creía y a mi me interesaba que siguiese creyéndolo ya que quería seguir con el juego de seducción...continué diciéndole, el trabajo en el hospital me va muy bien incluso me han propuesto quedarme aquí de manera permanente ofreciéndome un puesto de responsabilidad...noté que la línea quedó en silencio...-¿Bella sigues ahí?, pregunté temeroso de que se hubiese cortado la comunicación o peor aún le hubiese pasado algo...
-Estoy bien Edward solo te escuchaba, dijo mi Ángel denotando algo de tristeza en su voz, es maravilloso que te hayan ofrecido un puesto fijo, supongo que lo aceptarás ¿no?...preguntó dejando la duda en el aire...
-Pues no lo se Bella, respondí intentando dar seguridad a mis palabras ya que quería escuchar su reacción, quería saber si se le encogía el corazón como a mi solo de pensar en estar separados, aún no lo he decidido, creo que pasaré unos días en Forks descansando y lo meditaré...
-Oh, ¿vas a venir,cuándo?, preguntó mi Diosa denotando un ápice de felicidad en su voz...
-Pronto Bella, le contesté intentando disimular la alegría que me embargaba al sentir que mi Ángel se alegraba de que volviese, arreglaré unos asuntos que tengo pendientes y regreso, bueno Bella me alegro de oírte pero te tengo que dejar, estamos en contacto, cuídate que nos vemos pronto, muy pronto...
-Adiós Edward, respondió mi amor, yo también me alegro de saber que regresas pronto, cuídate...y casi cuando iba a colgar escuché -te echo de menos...
Mientras en casa de los Cullen...



...Te echo de menos...mi Ángel me ha dicho que me echa de menos, pensó que no la oiría pero lo he oído...colgué el teléfono con el corazón hinchado de felicidad, ya sabía cual sería el paso siguiente para mi juego de seducción, le dejaría otra nota algo mas reveladora pero claro, necesitaba la ayuda de mi hermana... -Alice, grité a viva voz...
-Uppss no grites tanto Edward que estoy aquí al lado y me vas a dejar sorda, respondió Alice tapándose los oídos...
-Perdona hermana es que estoy algo nervioso, respondí sonriendo, necesito que me ayudes con Bella otra vez porque quiero dejarle otra nota y no quiero que me vea...
-Ay Edward, respondió mi hermana riendo, parecen dos niños pequeños, ¿porqué no vas a verla y le dices lo que sientes?, sería mas fácil y recuperarían antes el tiempo perdido...
-No Alice, respondí, quiero hacer esto de una manera especial, si he sido capaz de esperar tantos años puedo esperar unos días mas, mi Bella se merece que la conquiste como la reina que ella es...
-Vale hermanito, dijo Alice sonriendo, cuenta conmigo para lo que necesites, solo dime cuando quieres que la arrastre al centro comercial para alejarla de su casa y lo haré, sabes que a mi no me puede decir que no, añadió guiñándome un ojo...
-Gracias eres un cielo, dije besándola su pelo, quiero que entretengas a Bella durante la tarde para dejarle otra nota en su puerta y de paso, intenta sonsacarle para que te cuente lo que le está pasando, quiero saber como se siente, saber si está tan feliz como yo, saber sus deseos para hacerlos realidad...
-Cuenta con ello, respondió Alice dando saltitos a mi alrededor, tienes la tarde libre, y sin mas, me dio un beso en la mejilla y se fue...



Mientras en la librería



Me quedé con el teléfono en la mano aunque sabía que la comunicación se había cortado...¿me habrá oído decir que le echo de menos? pensé para mi misma, no se porqué lo dije, bueno sí lo se, lo dije porque lo siento con el corazón y con el alma...ojalá fuese Edward el que me pidiese un deseo porque tendría claro cual sería...mi deseo eres tú...en fin Bella, me dije a mi misma moviendo la cabeza de un lado a otro, deja de soñar y al trabajo...
Pasaron las horas hasta que escuché la campanita de la puerta que anunciaba que alguien entraba...
-Hola, gritó Alice desde la puerta, ¿estás ahí Bella? Preguntó mientras entraba a la trastienda...
-Hola Alice, ¿qué haces aquí, es que tu no trabajas? Le dije dándole un beso en la mejilla seguido de un abrazo...siempre he considerado a Alice como una hermana...
-Gracias Bella, contestó Alice intentando parecer enojada, yo también me alegro de verte, añadió dejándose caer en la silla...
Mientras que yo seguía colocando libros, Alice se entretenía ordenando los papeles que había sobre mi mesa y de repente me quedé estática cuando comenzó a gritar...
-Bella, Bella, Bella, decía levantándose de la silla y acercándose a mi, ¿qué es esto?, preguntaba mientras me mostraba la carta y la rosa que me había encontrado en la puerta de casa la tarde anterior...
-Una carta, contesté intentando parecer desinteresada aunque sabía que Alice no lo iba a dejar pasar, -nada importante añadí para desviar su atención pero claro, fracasé estrepitosamente porque cuando me di cuenta estaba leyendo...
-¿Ya no me quieres Bella?, preguntó mientras hacía un puchero, porque si me quisieses como tu hermana no me ocultarías que tienes un admirador secreto, seguro que lo tienes hace tiempo y no has confiado en mi para contármelo...
-Oh Alice, dije acercándome a ella abrazándola, no seas dramática y no saques conclusiones antes de tiempo, verás, ayer cuando me dejaste en casa al abrir la puerta me encontré esta nota junto con la rosa negra, es la primera vez que recibo algo así, seguro que es alguien que ha querido gastarme una broma osea que no le doy importancia...
-¿Una broma?, preguntó Alice abriendo mucho los ojos, a mi no me parece que sea el tipo de nota que deja alguien para burlarse, a mi me parece que es el tipo de nota que dejaría alguien enamorado que está intentando seducirte, y dime, ¿sabes quien puede ser?...
-No tengo ni idea, respondí encogiéndome de hombros, de todas maneras tampoco quiero darle importancia quien quiera que sea ya se cansará, sabes que no me apetece entregarle mi corazón a nadie y mucho menos jugar a la seducción...por cierto, ¿sabes que hablé con tu hermano y me dijo que regresaría pronto?, pregunté para desviar el tema...
-Sí, llamó a Esme y Carlisle para decírselo, respondió mirándome fijamente, ¿Bella, echas de menos a mi hermano, lo extrañas?, preguntó sin dejar de mirarme...
Mis mejillas se sonrojaron tanto que quemaban mientras intentaba evitar la intensa mirada de Alice...-claro que le echo de menos y le extraño, intenté responder de forma natural, somos casi familia y pasamos mucho tiempo juntos, se nota su ausencia...demasiado...
-Bueno, gritó Alice poniéndose en pie de un salto, vamos que necesito que me acompañes al centro comercial a ver la tienda nueva de zapatos que ha abierto Manolo BlahniK...
-Oh Alice, respondí tapando mi cara con mis manos, no me hagas esto, estoy cansada...
-Bella...dijo Alice mirándome con esos ojos que solo ella ponía y que daban tanto miedo, me lo debes por el disgusto que me has dado ocultándome que tienes un admirador secreto así que vamos, decía mientras me arrastraba literalmente fuera de la librería...
-No tengo un admirador...es igual, dije resignada, deja que coja mi bolso y nos vamos...
-Eso está mejor hermanita, respondió Alice sonriendo y saliendo triunfante a la calle...
-Brrrrr maldita enana, murmuré para mi misma...



Mientras en el apartamento de Bella



Salí de casa con la sonrisa tatuada en mi cara, llevaba otra carta y otra rosa negra que le dejaría a mi Bella, un paso mas hacia mi felicidad, mis anhelos y mis deseos...llegué al apartamento de mi Ángel y después de asegurarme que nadie podía verme, subí hasta su planta y deposité en la puerta el sobre y la flor, dejando así mis esperanzas y mi amor...cuando salí nuevamente a la calle la sonrisa en mi rostro era aún mas notable, me sentía dichoso, me sentía enamorado, por primera vez en mi vida estaba deseando decir te quiero...



Mientras en el centro comercial



-Alice por favor, rogé casi suplicando, estoy muy cansada, los pies me están matando, se buena y llévame a casa ¿vale?...
-Vale Bella, respondió Alice caminando de vuelta al coche, te llevaré a casa...
Y dicho esto llegamos a mi apartamento, me despedí de mi amiga y casi arrastrándome llegué a mi puerta, la abrí y cuando iba a cerrarla noté que algo lo impedía...una gran sonrisa se dibujó en mi cara cuando me di cuenta de lo que se trataba, había otra carta acompañada de una rosa negra, con manos temblorosas la cogí del suelo y la llevé directamente a mi pecho, cerca del corazón, en un acto reflejo...una vez dentro de mi casa me dejé caer en el sillón mientras era capaz de oír mis latidos desenfrenados, comencé a leer la nota que, con una perfecta caligrafía ponía:



“¿Ya sabes lo que quieres,
ya has pedido tu deseo Bella?...
Yo ya pedí el mío y,
mi deseo eres tú...”



Siempre tuyo









Hola gente guapa como lo prometido es deuda aquí os dejo capítulo nuevo..¿a qué se pone interesante?...ya se que soy una bruja malvada y bicht por dejar el capítulo de esta manera pero así, tengo mas oportunidades de que leais el siguiente jejeje



Pasaros por Cine sala 7 y Una vida como Humano, una Eternidad como vampiro...también están actualizados...bueno pasaros si os apetece y no teneis nada mejor que hacer...



Y como digo siempre, a pesar de repetirme mas que la morcilla, si llegais hasta aquí, por un minuto mas que me dejeis el comentario no os va a pasar nada y ami me hareis super feliz..aunque sea una crítica..



Besotes desde Canarias. Vuestra amiga Susana.

BELLA







No sabes el tiempo

que llevo esperándote...”

(Edward Cullen)







Ring, ring, ring...sonaba insistente el despertador....

-Oh, maldito trasto, murmuré para mi misma, como todas las mañanas desde hacía años me senté en la cama y acariciando las sábanas del lado derecho de la cama, que como siempre estaba vacío, dije -buenos días amor mío, te amo mas que ayer pero menos que mañana...y dicho esto, comenzaba otro nuevo día...

Esta era mi rutina desde hace mucho tiempo, cualquiera que me viese pensaría que estaba loca y sí, estaba loca, loca por el hombre que me quitaba el aliento con solo mirarme, loca por la razón de mi existencia...y por eso todos los días, aún sabiendo que él nunca lo oiría, cuando me despertaba le decía esas palabras imaginando que aunque no pudiese oírlas tal vez las sentiría...ese hombre era la razón de mi existir, Edward Cullen...

Me llamo Bella Swam, tengo 30 años y vivo en Forks, un pueblito frío y húmedo y situado en la Península del Olympic, soy propietaria de una librería y estoy intentando escribir un libro...mi vida es bastante normal, mi trabajo y mis dos mejores amigas Alice y Rosalie con las que comparto muy buenos momentos pero, cuando llego a mi apartamento, empieza mi verdadero calvario...

Entre estas cuatro paredes es donde vivo la infelicidad de mi realidad, vivo sola porque la única persona que de verdad he amado y que sigo amando es mi mejor amigo, y es por eso que guardo mis sentimientos ya que prefiero mantener su amistad que perderle para siempre, porque estoy segura que él no siente nada por mí, él no me ama como yo lo amo...por eso debo callar lo que siento aunque el dolor de mi silencio me desgarre por dentro...

Conozco a Edward desde que tengo uso de razón, no hay momento de mi niñez o adolescencia donde no tenga un recuerdo suyo, nuestras familias han mantenido siempre una excelente relación y por ello nosotros siempre estábamos juntos...esa era mi dulce tortura, estar junto a él como su amiga...

Cuando llegamos a la adolescencia mis sentimientos se fueron haciendo cada vez mas intensos, cuando veía a Edward mi cuerpo experimentaba sensaciones totalmente nuevas para mi, cada vez se volvía un hombre mas guapo que poco a poco dejaba el cuerpo de niño para dar paso al motivo de mis duchas frías y sueños húmedos...era capaz de perderme por horas en sus ojos verdes, su voz de niño cambió a una aterciopelada y suave que me hacía estremecer cuando la escuchaba, su cuerpo de adolescente dio paso a unos músculos formados y unos brazos cálidos que hacían que mi corazón se parase cada vez que me estrechaban...era mi Ángel, mi Dios y mi infierno personal porque nunca podría ser mío, nunca...

Así transcurría el tiempo, pasábamos todo el que teníamos libre juntos pero nunca me atreví a decirle lo que sentía, a gritarle que le amaba en cuerpo y alma, que le necesitaba mas que al propio aire para respirar y que mi vida no tenía sentido si él no era el protagonista de la misma...pero todo eso quedaba siempre en mi cabeza, el corazón me decía que se lo gritase y la razón me ordenaba que lo callase y yo, siempre tan razonable, callaba...

Llegamos a la universidad y seguíamos juntos, como los mejores amigos, pero juntos...nunca vi que se interesase por otras chicas lo cual era un alivio porque no podía si quiera imaginar a otra tocando a mi amor, amándole y diciéndole todas aquellas cosas bonitas que yo callaba porque era una cobarde...

Cuando terminamos la universidad Edward se graduó como médico, quería ser pediatra porque decía que le gustaban los niños, yo soñaba con tener niños algún día pero siempre con él, con mi Edward. Como su padre es médico, Edward comenzó a prepararse en el hospital de Forks y yo me licencié en literatura y letras y llevé a cabo mi sueño que era abrir mi propia librería y escribir una novela...

Todo iba bien, pasábamos tiempo juntos y compartíamos con Alice, Jasper, Rosalie y Emmet, éramos la mejor piña de amigos aunque yo siempre deseaba algo mas con Edward, algo mas...solo amigos, solo eso, hasta que un día Edward vino a verme a la librería...

-Hola Edward, dije sorprendida de verle en mi trabajo, ¿como tu por aquí?, le pregunté...

-Hola Bells, dijo él mirándome a los ojos, tengo que hablar contigo, ¿qué tal si vamos a tomar un café?...

No se porqué pero había algo extraño en su forma de mirarme y de hablar, sabía que algo malo estaba por llegar y no me equivoqué...

Llegamos a la cafetería y después de hablar de todo y de nada al mismo tiempo me lo dijo, -Bella, me han ofrecido un puesto de médico interno en pediatría en un hospital de Nueva York, salgo en una semana y estaré fuera un año...en ese momento mi corazón dejó de latir, no podía ser verdad, mi Ángel se marchaba a trabajar a Nueva York por un año, me dolía el alma de solo pensar que tenía que separarme de él pero no podía confesárselo, debía ser fuerte y demostrarle que me alegraba la oferta y solo se me ocurrió decirle -me alegro mucho por ti Edward, estoy segura que serás un gran médico y añadí, te echaré de menos...intenté sonreír para que me creyese pero no pude evitar que una lágrima traicionera rodase por mi mejilla...dicho esto me abrazó fuertemente y besó mi cabello, aunque yo hubiese deseado besarle los labios jugando con su lengua y que me hubiese hecho el amor grabándome cada parte de su cuerpo en la memoria, deseos, solo eso, deseos...

Y se fue, el tiempo pasaba demasiado lento, manteníamos contacto telefónico a menudo y nos mandábamos correos por e-mail, cada vez le echaba mas de menos, anhelaba oír su voz cerca de mi oído, necesitaba oler su esencia, era el aire que necesitaban mis pulmones para respirar, sin él estaba muerta...

Pasaron los meses y mi amiga Alice intentaba animarme visitándome, sacándome de compras y yo, intentaba dibujarme la sonrisa en la cara antes de confesarle a mi amiga que estaba locamente enamorada de su hermano, pero no podía evitarlo, la alegría no me llegaba a los ojos y mi amiga se daba cuenta, la chispa que tenía antes en mis ojos cuando veía a mi amor se había apagado, estaba vacía por dentro...¿se sentiría él igual que yo?, seguro que no, él no puede sentir eso por mi, por mucho que lo desee, no puede ser...

Casi se cumplía un año desde que se había ido y yo no me atrevía a preguntarle si iba a regresar tal vez porque quizás no estaba preparada para su respuesta, lo que tenía claro es que estaba muriendo de pena, mi felicidad no estaba completa sino lo tenía a mi lado, era como un día sin sol y una noche sin luna, hasta ese día, ese día...

-Alice ¿qué te trae por aquí?, pregunté a mi amiga cuando la vi llegar a mi trabajo esa tarde...

-Ay Bella, dijo ella mirándome a los ojos fijamente, es que tengo que pedirte un favor, necesito que me acompañes al centro comercial a comprarle un detalle a Esme porque hoy es su santo y lo olvidé por completo y después, vendrás a casa a cenar con nosotros que se alegraran mucho de verte...

-Alice, dije antes de que continuase hablando, estoy muy cansada, hoy ha sido un día agotador, necesito llegar a casa darme una ducha y dormir, además tengo mucho trabajo atrasado y casi seguro que saldré tarde...pero no me dejó terminar y haciendo un puchero dijo algo a lo que no me podía negar, -ya no me quieres ¿verdad?, te necesito y no quieres acompañarme, eso sin contar lo tristes que se pondrán Esme y Carlisle de que no vayas...y se dejó caer en la silla con las manos cubriéndole el rostro...

-Oh Alice por favor, dije acercándome a ella y abrazándola, eres peor que un diablillo, sabes que te quiero mucho y que cuando me miras así no me puedo negar, eres una tramposa pero tú ganas, deja que coja mi bolso y nos vamos y, diciendo esto, salimos de la librería rumbo a mi tortura personal..tarde de compras con Alice...

Al final la tarde transcurrió tranquila y fue divertida porque Rosalie se nos unió y lo pasamos muy bien, me gustó mucho volver a ver a Esme y Carlisle aunque estar en esa casa sin Edward se me hacía difícil, todavía notaba su esencia como si él estuviese...ese era mi deseo, que él estuviese allí...mi deseo...

Ya entrada la noche Alice me llevó de regreso a mi apartamento, después de despedirme de ella y agradeciéndole la velada tan bonita que habíamos pasado, tomé el ascensor y subí directo a mi casa, al abrir la puerta mis pies tropezaron con algo que en un principio no identifiqué hasta que me agaché y me di cuenta que había una nota y una rosa negra, esta flor es mi preferida, miré a ambos lados esperando ver si veía a alguien hasta que entré, no sé porqué pero mi corazón empezó a latir de forma desenfrenada y con manos temblorosas abrí la carta y lo que leí me dejó intrigada, muy intrigada...










Hola gente guapa..¿qué habrá leído nuestra Bella para quedar tan intrigada?...pues vamos a tener que esperar hasta el siguiente capítulo para saberlo..que si que mi familia está bien, gracias por acordaros..jajajaja ya sabeis, si llegais hasta aquí solo un minutito mas y me dejais un comentario, por favor...gracias de antemano....




Si os apetece y teneis tiempo podeis pasaros por mis otras historias “Cine Sala 7”, “Una vida como humano, una Eternidad como vampiro” y “Habitación 1044”..y asi me podeis decir que os parece...




Besotes desde Canarias. Vuestra amiga Susana

EDWARD







Cuando tus deseos se hacen realidad

y solo la pasión es capaz de guiarlos...”










Que extraña es la vida y que manera tenemos los humanos de complicarla...me llamo Edward Cullen y tengo 30 años, mi vida es bastante sencilla, soy médico y vivo en Nueva York, tengo una familia maravillosa, Carlisle y Esme que son mis padres, Alice y Emmet mis hermanos y Rosalie y Jasper mis cuñados y parejas de Emmet y Alice respectivamente. Todos ellos viven en Forks, yo tuve que mudarme por motivos laborales.




Se podría decir que mi vida es perfecta...pues no, me siento vacío y solo, todas las noches llego a mi apartamento solitario y sombrío, me tumbo en el sillón con una cerveza en las manos y comienzo a pensar lo estúpido que soy por haber dejado escapar a la razón de mi existencia, a la única persona que he amado desde que tengo uso de razón, a mi otra mitad...mi Bella...




Ella siempre ha sido la que ha ocupado mi corazón, nos conocemos desde que somos niños ya que nuestras familias siempre han mantenido una estupenda relación...siempre estábamos juntos ya que somos de la misma edad, a medida que fuimos creciendo me fui dando cuenta de que mis sentimientos hacia ella eran de algo mas que amistad, comenzaba a verla como una mujer, su cuerpo se volvió excitante para mi imaginación, sus curvas se hicieron mas pronunciadas y sus pechos se volvieron mas grandes y turgentes...ella era mi perdición y el motivo de mis duchas frías y húmedos sueños...aún así, nunca fui capaz de declararme, no tenía la suficiente valentía para gritarle mi amor, para decirle que la amaba mas que a mi propia vida y que no podía imaginar una existencia en la que ella no fuera mi protagonista, mi todo...




Así pasaron los años y seguíamos tan amigos como siempre aunque mi corazón estaba roto y mi alma estaba vacía...extrañamente ella nunca demostró interés en ningún otro hombre, algo que por otro lado me alivió ya que no hubiese podido soportar que otro la tocase, la amase y la dijese cosas bonitas, otro que no fuese yo...




Terminamos la universidad y yo me gradué en medicina y Bella en literatura, ella quería ser escritora y abrir su propia librería y, así fue, poco tiempo después de acabar nuestros estudios Bella cumplió sus sueños, abrió su librería y comenzó a escribir su libro y yo, fui contratado en el hospital de Forks como interno trabajando así junto a mi padre...




Entre Bella y yo todo seguía igual, el poco tiempo que teníamos lo pasábamos juntos, seguía siendo un cobarde y como no me atrevía a confesar mis sentimientos intentaba llenar mis vacíos con su compañía, aunque solo fuese como amiga, solo eso...




Un día me ofrecieron la posibilidad de ir a Nueva York una temporada para poder hacer el “MIR” en pediatría, que era la rama de la medicina a la que quería dedicarme, la verdad es que me fascinaban los niños, algún día soñaba tener hijos, siempre con ella, con mi Bella...




Al principio me resistía a dejar Forks y sobre todo a dejarla a ella..¿cómo podría vivir sin mi otra mitad?...bueno en verdad yo tenía la culpa, nunca me atreví a confesarle mis sentimientos, prefería callar y mantenerla a mi lado como amiga que hablar sobre mi amor por ella y perderla para siempre ya que estaba seguro que ella no sentía lo mismo por mi, yo para ella era su amigo, nada mas, nada mas...




Así que acepté el puesto en el hospital de Nueva York y se lo dije a Bella...-Bella, me han ofrecido un puesto de médico interno en pediatría en un hospital de Nueva York, salgo en una semana y estaré fuera un año...ella no contestó, estuvo en silencio durante un rato, parecía que intentaba procesar lo que le decía, cuando por fin pudo hablar me miró a los ojos y me dijo -me alegro mucho por ti Edward, estoy segura que serás un gran médico y añadió, te echaré de menos, mientras una lágrima rodaba por su rostro...¿una lágrima?...




No pregunté el motivo de esa lágrima, pensé que como amiga le daba pena que me separase de ella, solo me limite a abrazarla fuertemente para impregnar mi cuerpo de su olor y la besé el cabello a pesar de que en realidad lo que hubiese querido era besar sus labios, jugar con su lengua y hacerle el amor recorriendo cada parte de su cuerpo para grabármelo en la memoria, deseos, solo eso, deseos...




Me marché a Nueva York y pasaron los meses, manteníamos contactos por teléfono e incluso a través del e-mail, cada vez la echaba mas de menos, anhelaba oír su voz, necesitaba oler su esencia...era como un adicto que necesitaba su droga y ella era exactamente mi marca de heroína...




Hablaba bastante a menudo con mi familia y sobre todo con mi hermana Alice, ella era la única que sabía lo enamorado que estaba de Bella y es por eso que siempre me decía como se encontraba mi amor, mi hermana decía que a pesar de dibujar una sonrisa en su rostro y llevar una vida normal, ella estaba triste, la chispa que siempre lucía en sus ojos había desaparecido y parecía estar vacía por dentro...y todo eso desde que yo me vine a vivir aquí...nos sentíamos igual, vacíos, tristes, como un día sin sol y una noche sin luna...




El tiempo de mi formación llegó a su fin y me propusieron un puesto como médico jefe en el hospital en el que había estado haciendo prácticas pero, ya había perdido demasiado tiempo, si seguía lejos de ella acabaría muriendo de pena, mi felicidad no estaba completa sino la tenía a mi lado así que, decliné la oferta y avisé a mi familia que regresaba a Forks aunque les pedí que, por favor, no dijesen nada de mi vuelta ya que no quería que Bella se enterase, quería sorprenderla y sabía exactamente como iba a hacerlo, esta vez sería mía, mía, ese era mi deseo...




Llegué a Forks y decidí instalarme en casa de mis padres, era el sitio ideal para comenzar a conquistar a mi preciosa Bella, por supuesto contaba con el total apoyo de mi familia que, desde hacía tiempo, se habían dado cuenta de mi amor por ella. Mi hermana Alice me ayudó con mi plan de conquista, estuve un tiempo observándola en su día a día, estaba mas hermosa de lo que la recordaba, era como el buen vino cada año que pasaba era mejor y mas especial, me sentía como un vouyager acosador ya que no quería que ella me viese para poder llevar a cabo mi plan...llegó el día, le pedí a mi hermana Alice que se ocupase de entretener a Bella mientras ponía en práctica mi idea, por supuesto, mi hermana aceptó de inmediato...




Una tarde en la que sabía que Bella estaba con Alice llegué a su apartamento y le dejé una nota con una rosa negra ya que sabía que era su preferida...ahora es cuando empezaba mi plan, ya había pasado mucho tiempo sin ella, la amaba demasiado, solo esperaba que mi amor fuese correspondido, ese era mi deseo, que ella me amase igual que yo a ella...mi deseo...













Hola gente guapa, aquí estoy con otra nueva locura..mira tu por donde la que no quería escribir ahora resulta que no puede parar..jejeje bueno deciros que esta historia en un principio fue pensada para ser one-shot pero he decidido que van a ser 4 capítulos, este primero desde la perspectiva de Edward, el segundo desde la de Bella, el tercero interactuan ambos y el el último.....choque de trenes..jajaja ya sabeis, lemonera pervertida y para nada arrepentida....




Quiero dedicar esta mini historia a mi amiga Klaus que es una gran escritora y que al igual que yo, le gusta la acción, el sexo y el lemmon con lujuria y pasión....sabes que te quiero mucho amiga...




Por favor, dejadme vuestros comentarios, sugerencias y tomatazos..incluso acepto ideas de como os gustaría que fuese el encuentro carnal de nuestros amigos......




Besotes desde Canarias. Vuestra amiga Susana.